domingo, 24 de mayo de 2009


Once.
En inglés significa una vez.

Para mí, una eternidad. Una eternidad que no estoy dispuesta que me robe la adolescencia.

Matarte o comerte...

[...]

O quizás dejar que me devore.

Once upon a time...había una princesa que lloraba y lloraba porque sus padres la habían encerrado en un castillo, custodiado por el más fiero de los dragones, llamado Soledad.

Ella pensaba en huir de allí, pero sólo a veces lo conseguía, lograba evadirse de su más cruel castigo tomando estupefacientes y saltando ventana abajo.

Los padres, que temían por su vida, le pusieron barrotes más gordos a las ventanas y atravesaron la puerta con el tronco más gordo de la región pero nada de esto la detenía, ella con sólo soñarlo, podía marcharse lejos de allí.

Pero un día, la princesa se quedó sin fuerzas para soñar y los reyes le tapiaron las ventanas y la puerta con el más duro de los hormigones.

Ella recordaba en sus escapadas, a dudosos caballeros con aires de grandeza, que a menudo la invitaban a evadirse con ellos en una nube de aromático humo.

La princesa de este cuento no se ponía vestidos, ni arreglaba su pelo con esmero, ni colgaba joyas de sus orejas. Simplemente iba, como le complacía. Y por ello, los pseudo-caballeros no la reconocían como tal.

Pero, de vez en cuando, ella encontraba a algún noble que le complacía. Si, la complacía, que la princesa de este cuento ya tiene una edad; pero la complacían y ya está.

Un día, ella, conocío a un príncipe, pero un príncipe sin princesa, ni castillo, ni tierras, ni caballo ni nada. Y como pasa en los cuentos de princesas, ella se enamoró de él.

Pero él no se enamoraba de ella. Once upon a time...

Y tristemente ella seguía encontrándose más y más caballeros que la complacían pero ya está.

Poco a poco, el príncipe dejaba de tener la sangre azul...y poco a poco ella se iba acostumbrando a la oscuridad de su torre.

Poco a poco, la princesa dejó de llorar y sus padres derribaron la torre, pero se quedó dentro, y aunque la luz del sol invadía su pálido rostro, dentro de ella ya no brillaba nada.

Once upon a time...

Ahora ya brilla, brilla como nadie la princesa, brilla porque ha encontrado el amor, brilla porque se ha olvidado del príncipe malo y el bueno la ha encontrado, y es muy feliz con él, porque la quiere con palabras, mimitos y demás ñoñadas, y a ella le encanta quererle con besos, abrazos y caras.

Yo creo que se aman.

Igual es y fueron felices, pero no me gustan las perdices.

:D


Lyenn.

lunes, 11 de mayo de 2009

Son las siete y once minutos de la mañana, está empezando a amanecer, pero las nubes no dejan ver el sol.
Llevo pensando un rato.
No sé muy bien en qué.
Tenía ganas de escribir algo que no va a leer nadie.


...


A veces se me humedecen los ojos.
Acabo de escribir ojos con hache.
Es por el humo.
Porros.


Me sientan bien.

miércoles, 6 de mayo de 2009


Xa nom sei nin começar.
Recórdoche, e afogho en bághoas.
Síntome soa e miúda.
Escrívoche de prestado.
Nem sequera o lapis é meu.
O murmuio da clas' adorméceme.
Pero nom quero sonhare.
Xa nom.

Escrívoche ó meu ghusto.
Ríome, soa, e recordo...bicos.