lunes, 29 de septiembre de 2008


Cómo no fiarse de que no es el típico malnacido?


Que nó es el mismo que te alaga y te adula si no un ser despreciable, al cual tú, no eres más que un tipo de pasta con forma de cuerdas finas extruidas en un plato de sopa.


Comparo el comportamiento con otros especímenes anteriores a éste y, el resultado, es el mismo.


Estoy desconcertada, confusa.


Supongo que nunca se termina de conocer enteramente a una persona y eso me aterra.


Quiero entenderlo todo, algo inviable.


Cuanta más ansia de comprender, más crece en mí una sensación de agobio insoluble, se agarra a mi mente como una garrapata a un perro pulgoso.


Me aferro en el pasado, en los malos tragos, las malas experiencias, ésas que te hacen madurar y curtirte para otro posible ataque, y esto, obviamente me causa inseguridades las cuales no son más que proyecciones mentales.



Estaré loca?
Tendré algún trastorno paranoide?

Las relaciones humanas, los pensamientos y sentimientos, son algo que está fuera de mi alcance.

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